jueves, 18 de octubre de 2018


1. Problemas en la agricultura:
La mayor parte del área que ha sufrido deforestación no es apta para el uso agrícola a largo plazo, como la ganadería y la agricultura. Una vez privados de su cubierta forestal, las tierras se degradan rápidamente en calidad, perdiendo su fertilidad.

El suelo en muchas áreas deforestadas también es inadecuado para soportar cultivos anuales. Gran parte de las áreas verdes tampoco son tan productivas en comparación con los suelos más cultivables y, por lo tanto, no son aptas para el pastoreo de ganado a largo plazo.

2. Exponer el suelo al calor y la lluvia:
Las fuertes lluvias y la fuerte luz solar rápidamente dañan la capa superior del suelo en los claros de los bosques lluviosos tropicales. En tal circunstancia, el bosque tardará mucho más tiempo en regenerarse y la tierra no será adecuada para uso agrícola durante bastante tiempo.

3. Inundaciones:
Los árboles son altamente efectivos en la absorción de cantidades de agua, manteniendo la cantidad de agua en las cuencas hidrográficas a un nivel manejable. El bosque también sirve como cubierta contra la erosión. Una vez que se han ido los arboles, se puede producir demasiada agua en las inundaciones, muchas de las cuales han causado desastres en muchas partes del mundo.

El suelo superior fértil se erosiona e inunda en las regiones más bajas, muchas pesquerías costeras y arrecifes de coral sufren la sedimentación provocada por las inundaciones. Esto resulta en efectos negativos en la viabilidad económica de muchos negocios y pérdidas en la población silvestre

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